Hace unos años, la única alerta que sonaba, era la alarma del despertador,y la campana de la iglesia.¡Que tiempos! Ahora vivimos un permanente desasosiego y estado de emergencia mental, pendientes de tantas y tan variadas alertas.
Por nieve; acumulación de hasta 2 cm. , teniendo en cuenta que estamos en invierno; normal...
Por incendios; es verano u otoño, hay viento del sur y 30º; igual que siempre.
Por terrorismo; vivimos en un mundo global y contrapuesto; normal no es, pero es una posibilidad.
Por lluvias; vivimos en el Norte, normal y recurrente.
Por olas de hasta 4 metros; oiga, es el Cantábrico.
Por calor y riesgo de deshidratación, por sequía, por piojos, pulgas, polillas, plumeros de la Pampa, nubes de humo negro, radiaciones del sol, vespa velutina etc, etc, etc.
Por epidemia de gripe: compramos Tamiflu a discreción...Por caída de árboles; es otoño.
Por vacas locas.
Por gripe aviar.
Por lobos.
Por jabalíes.
Por lengua azul.
Por frío extremo. ¿Extremo?. Lleva ruedas de nieve, de hielo, de sal...
Por contaminación.
¡Alerta, alerta!...por riesgo elevado de azúcar, colesterol, transaminasas, hipertensión, ácido úrico, sedentarismo.
Y entre todos estos signos de alerta, llegan las luces, los villancicos, los ataques compulsivos de loteria, espumillón, cachopos, marisco, San Ildefonso, y regalos envueltos en papeles de colores y turrones de sabores.
Pero, ¿nadie nos va a avisar que se acaba noviembre y no nos han señalado el nivel de alerta para estas fiestas? ¿Donde están ahora los teóricos, que alertan del abuso de la tarjeta de crédito, o del nivel adecuado de brindis por familia o de la adecuada cantidad de mensajes de paz y amor que es recomendable?
Queda declarada la alerta por Navidad, desde hoy a las 00:00, hasta el 7 de enero. Deberemos cantar un villancico como máximo a la semana y si salimos de casa es recomendable llevar zambomba y un gorro de Papa Noel.
Fotos: En el Bar-Tienda Casa Dylsia en Valduno (Las Regueras)
